Hace un par de años compartimos la alegría de recibir a Rafa, y ahora, con la llegada de Cayetana, tuvimos el privilegio de repetir esta experiencia tan especial. Las sesiones en casa tienen una magia única: esas cuatro paredes no son solo un espacio donde habitar, sino el escenario donde se desarrolla una historia de amor, el legado de una familia.
No hay mejor lugar para capturar estos momentos tan significativos que el mismo hogar donde este bebé vivirá tantas primeras veces: sus primeras sonrisas, sus primeros pasos, y hasta esas pequeñas discusiones con su hermano. Aunque tal vez no lo recuerde cuando crezca, su primer hogar siempre será un rincón especial, lleno de recuerdos y amor.
